9 de febrero de 2011

Historias de Nueva York

Historias de Nueva York de Enric González (periodista de El País y en la actualidad corresponsal en Jerusalén) es una obra que se encuadra en la denominada Narrativa de viajes, pero en mi opinión se debería ser: narrativa de una estancia más o menos larga en un lugar diferente a tu país de procedencia, pero entiendo que sea mejor y más fácil describirlo como Narrativa de Viajes.

Vamos al tema, este libro es una joya, el único pero que le encuentro es que es demasiado corto, apenas unas 150 páginas. Que me lleva a definir este libro como una joya: lo primero es la amenidad con la que esta escrito y por lo tanto con la que se lee, tanto si has estado como si no (espero abandonar pronto este grupo) hace que esa ciudad y cada rincón que describe en el libro te sea muy cercano y las anécdotas o historias que relata sean de un gran interés aunque nunca te hayas planteado ese tema ni por asomo. Un claro ejemplo es la historia de la cúpula de edificio Chrysler y la carrera por ser el techo de Manhattan o el Flatiron.

Por lo escrito en el anterior párrafo ya habréis deducido que no se puede utilizar como una guía de viajes al uso, sin embargo es realmente útil para descubrir rincones o tener en cuenta ciertos consejos, como por ejemplo la pronunciación de la palabra “steak” cuya pronunciación correcta sería steick no stick, lo cual puede dar lugar a cierta y graciosa confusión.

Otro punto muy a favor de este libro es como muestra la relaciones que tuvo con pernas del lugar y con sus compañeros de profesión, porque en mi opinión para conocer bien un sitio hay que saber como es la gente del lugar, interaccionar con ellos y en la medida de lo posible observar su cotidianidad.

Debo destacar un capítulo que me resultó muy interesante en el que explica las seis divinidades del pasado de Nueva York y que en la actualidad tienen herederos:

- Morgan: dios de la banca

- Carnegie: dios del acero

- Vanderbilt: dios de los ferrocarriles

- Astor: dios de la especulación inmobiliaria (de que me suena esto…..)

- Rockefeller: dios del petróleo

- Frick: dios del carbón

No tienen desperdicio estas biografías, que cantidad de información. (Pongo dios con minúscula por respeto a cuando es necesario ponerlo con mayúscula)

Y por último destacar la alusión al repulsivo acto terrorista que tuvo lugar el 11 de septiembre de 2001, no hago comentario alguno porque poco se puede decir.

Lo dicho, una joya para aquellos que tenemos cierto interés por New York, también llamada capital del mundo. La lectura de este libro que, en mi caso no duró más de 2 días, es altamente recomendable y la sensación de melancolía al terminar en libro es indescriptible.

Allá voy New York City!!!

2 de febrero de 2011

Mujeres de Ojos Grandes

En primer lugar decir que este libro de Ángeles Mastretta es una recopilación de cuentos, en los cuales existe un hilo conductor: la figura de una mujer y su contexto (el contexto es el municipio de Puebla en México lo cual hace que muchas expresiones y palabras nos sean desconocidas a los y las castellano-parlantes de España).

La lectura de este libro es a pesar de lo dicho anteriormente bastante sencilla, pero el que sean tantas historias seguidas y en muchos casos muy breves hace que sea fácil olvidarse de algunos cuentos y que detalles importantes se pasen por alto. Yo recomiendo que la lectura de este libro sea pausada ,a ser posible que se pueda convertir en libro de mesilla y antes de ir a dormir leer un solo cuento, de esta manera estas historias calarán más y podremos analizarlas mejor.

Cada historia es una visión de una realidad, también sea dicho una realidad en una estrato social medio-alto, en la cual la protagonista en cuestión, afronta un momento de su vida en el cual ha de enfrentarse, de manera sucinta en algunos casos, a la cultura y educación establecida y recibida. Yo creo que la palabra que puede definir este libro es “homenaje” a esas mujeres de ojos grandes, que están en el libro y por supuesto a las que nos rodean a cada uno de nosotros. Ahí queda eso!!!

También me gustaría destacar alguna historia que me ha gustado más y que todavía recuerdo, ya que al ser tantos ni me acuerdo del argumento de todos. Estos cuentos son (no preciso mucho para no desvelar nada) el último que es el que da sentido al libro y es tremendamente emotivo, el de las dos hermanas y una de ellas está enferma, el de Elvira por lo angustioso y emocionante y por último el de la doctora Dávila.

Para terminar esta reseña no puedo dejar de escribir la frase que me parece para mi la más brillante del libro: “Ay hija, ¿ sino he podido creer en la verdadera religión, como quieres que crea en una falsa?” Sin comentarios.

En definitiva un libro no muy brillante pero que se deja leer, aunque tampoco pongáis demasiadas esperanzas en él, yo sé que hay historias de Mujeres de Ojos Grandes mucho más importantes y relevantes que estas y que, por desgracia, posiblemente jamás serán escritas.

Vuestro turno,

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