25 de agosto de 2014

ENTRE TONOS DE GRIS de RUTA SEPETYS



Junio de 1941, Kaunas, Lituania. Lina tiene quince años y está preparando su ingreso en una escuela de arte. Tiene por delante todo lo que el verano le puede ofrecer a una chica de su edad. Pero de repente una noche, su plácida vida y la de su familia se hace añicos cuando la policía secreta soviética irrumpe en su casa llevándosela en camisón junto con su madre y su hermano. Su padre, un profesor universitario, desaparece a partir de ese día. A través de una voz narrativa sobria y poderosa, Lina relata el largo y arduo viaje que emprenden, junto a otros deportados lituanos, hasta los campos de trabajo de Siberia. Su única vía de escape es un cuaderno de dibujo donde plasma su experiencia, con la determinación de hacer llegar a su padre mensajes para que sepa que siguen vivos. También su amor por Andrius, un chico al que apenas conoce pero a quien, como muy pronto se dará cuenta, no quiere perder, le infunde esperanzas para seguir adelante. Este es tan solo el inicio de un largo viaje que Lina y su familia tendrán que superar valiéndose de su increíble fuerza y voluntad por mantener su dignidad. ¿Pero es suficiente la esperanza para mantenerlos vivos?


Entre tonos de gris es un relato que no te dejará indiferente, por su crudeza y por lo cierto de los hechos que se ven reflejados en el texto, incluso puede llegar a sorprender ya que para muchos la exclusiva de los campos de concentración, y demás variantes, pertenecen a la Alemania Nazi; pero nada más lejos de la realidad…  Stalin se valió de estos lugares de horror y terror para alcanzar límites insospechados de crueldad, haciendo “desaparecer” a millones de personas.

No es la primera vez que me enfrento a esta barbarie perpetrada desde el lado soviético durante la segunda guerra mundial, el primer contacto fue en Embajador en el infierno de Luca de Tena, en el cual se relataba el día a día de un gulag en el que se encontraban soldados españoles pertenecientes a la división azul, la crudeza del relato es radical, sin embargo los hechos expuestos en Entre tonos de gris son demoledores por el gran componente humano que se plasma en ellos y la empatía que desarrolla el lector con los personajes.

He de reconocer un triple mérito a esta obra, por una parte es muy conmovedora y la autora ha sabido transmitir estas vivencias y sentimientos al lector ya que aunque este sea completamente ajeno a este periodo histórico y lo que aconteció, lo narrado en el texto tiene la capacidad de hacerse muy presente. El segundo aspecto a destacar es la información histórica que brinda al lector sobre la tragedia de los campos de concentración en Siberia y las deportaciones sufridas por numerosísimas personas procedentes de muchos países anexionados por los soviéticos  y desde dentro del propio país. Y por último, pero no por ello menos importante, es el homenaje que se realiza a los que sufrieron ese horror y que luego lucharon para que no cayese en el olvido pese a los intentos políticos de silenciarlo durante y después de la finalización de la guerra.

Está claro que la potencia de este libro se encuentra en el contenido del mismo y lo que trasmite, sin embargo el estilo narrativo a pesar de no ser “brillante” tiene calidad de sobra para que no interfiera en el desarrollo del argumento y facilite una lectura ágil al ritmo de los acontecimientos.

Después de la lectura de este libro y de investigar el tema, creo que los que se sabe de lo acontecido en la Unión Soviética durante ese periodo es la punta del iceberg,  quedando oculto bajo las frías aguas situaciones y cifras que posiblemente nos estremecerían. Tiene sentido que esto se desconozca por dos importantes razones, la primera es la opacidad de la Unión Soviética en aquellos momentos y segundo, que a diferencia de Alemania, la Unión Soviética no fue invadida por las tropas aliadas y por tanto fiscalizada, por lo que lo ocurrido dentro de sus fronteras no pasó a ser de “dominio público” como si lo fueron los campos de concentración y exterminio nazis. Sin embargo las cifras que provienen de estimaciones siguen siendo increíbles, ya que se calcula que el régimen de Stalin hizo “desaparecer” alrededor de 20 millones de personas.

Una obra digna de lectura, que ofrece mucho en muchos frentes, por lo que imbuirse en sus páginas es una experiencia que llena al lector a muchos niveles y desde muchos frentes que no deja indiferente al lector. 


18 de agosto de 2014

LA PRINCESA DE HIELO de CAMILLA LÄCKBERG



Tras muchos años de ausencia, la joven escritora Erica vuelve a su pueblo natal, donde ha heredado la casa de sus padres, recientemente fallecidos. Durante un paseo por las calles donde transcurrieron los primeros años de su vida, tras el aviso de unos vecinos, descubre que su amiga de la infancia, Alex, acaba de suicidarse. Conmocionada, inicia una investigación y descubre que Alex estaba embarazada. La historia da un nuevo giro cuando la autopsia revela que su amiga no se suicidó sino que fue asesinada. La policía detiene al principal sospechoso, Anders, un artista fracasado que mantenía una relación especial con la víctima.
                                      

Primera experiencia con Camila Lackberg y que mejor manera de hacerlo que con su primera novela, la que inicia la saga por la que se ha hecho internacionalmente conocida, a través del personaje de Erica Escritora- Investigadora en ciernes.

No puedo decir que la literatura policíaca sea de mis estilos preferidos, sin embargo de vez en cuando me dejo caer por estos lares repletos de asesinatos y demás delitos de sangre, en los que adopto la posición de un observador, más o menos privilegiado, que intenta adelantarse, con diferentes resultados, a la resolución del caso. Esta novela me ha gustado, porque además del caso que ocupa el libro y da lugar al mismo se establecen otras historias adyacentes que complementan a la perfección el relato dando una visión más completa del contexto.

A día de hoy Camila Lackberg lleva publicadas en castellano ocho novelas de esta saga, yo solo he leído la primera, pero he oído que esta saga es una historia que va evolucionando, ya que aunque los casos sean independientes, los factores personales que van acompañando avanzan y van configurando una historia que se podría considerar casi una biografía de los personajes principales y de la ciudad de Fjallbacka, lo cual lo acerca bastante al terreno del costumbrismo realista, y esto para mí es muy atrayente.

No me ha sorprendido en absoluto la profesión de nuestra protagonista, escritora. Esta característica últimamente se está dando con muchísima frecuencia en novelas de este género, convirtiéndose en un cliché, el típico autor que decide investigar un caso con intenciones literarias estableciendo relaciones con la policía, que pueden ser de diferente índole. Es evidente que resulta atrayente al lector y da mucho juego al autor, ya que el punto de vista que utiliza es mucho más personal para el escritor, facilitándole perfilar mejor al protagonista.

Seguramente iré leyendo el resto de novelas de la saga, pero no seguidas, ya que me gusta ir intercalando lecturas de diferentes géneros y temáticas para evitar “encasillarme” en un género, ya que aunque tengo mis géneros preferidos, para ampliar mis horizontes literarios es necesario leer de todo… o casi de todo.

En definitiva me ha resultado una novela entretenida, fácil de seguir y que aporta algo más que un caso difícil de resolver, aporta una visión muy completa de la ciudad de Fjallbacka con sus luces y sus sombras… sobre todo de estas últimas.



11 de agosto de 2014

EL CAPITÁN ALATRISTE de ARTURO PÉREZ-REVERTE



«No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente»... Con estas palabras empieza El capitán Alatriste, la historia de un soldado veterano de los tercios de Flandes que malvive como espadachín a sueldo en el Madrid del siglo XVII. Sus aventuras peligrosas y apasionantes nos sumergen sin aliento en las intrigas de la Corte de una España corrupta y en decadencia, las emboscadas en callejones oscuros entre el brillo de dos aceros, las tabernas donde Francisco de Quevedo compone sonetos entre pendencias y botellas de vino, o los corrales de comedias donde las representaciones de Lope de Vega terminan a cuchilladas. Todo ello de la mano de personajes entrañables o fascinantes: el joven Íñigo Balboa, el implacable inquisidor fray Emilio Bocanegra, el peligroso asesino Gualterio Malatesta, o el diabólico secretario del rey, Luis de Alquézar. Acción, historia y aventura se dan cita como un torbellino en estas páginas inolvidables.

Esta lectura ha supuesto para mí una gran decepción, ya que esperaba mucho más de la exitosa saga de El Capitán Alatriste de Pérez-Reverte. Me decidí a comenzar esta saga ya que buscaba leer en este momento novelas de acción y trepidantes, escogí esta ya que no me era del todo ajena, ya que conocía el argumento y demás por haber visto con anterioridad la película basada en la obra de Pérez-Reverte.

Que bajón al zambullirme en la hojas adentrándome en una historia que avanzaba a trompicones a veces y en otras ocasiones lentamente, lo cual me desesperaba hasta límites literariamente inalcanzables, avanzando en las páginas buscando oasis de acción entre multitud de párrafos que adolecían de ella.

Un refugio dentro de esta obra es la figura de Quevedo, magníficamente descrito por el autor, con toques mágicos que daban a sus intervenciones, en determinadas escenas, un frescor que se agradecía fuese cual fuese el lance en el que se veía involucrado.

Un punto a favor de esta obra es la maravillosa descripción de espacios, recreando de manera magistral una época y una forma de vida, la cual permite adentrarse por completo en las calles recorridas por el Capitán Alatriste. Se nota que Pérez-Reverte ha investigado a conciencia y es un gran conocedor del momento histórico en el que se encuadra la acción en la novela, este punto es de agradecer.

En lo referente al argumento he de decir que me pareció un libro casi introductorio, dando pie al desarrollo del resto de novelas de la saga. Pero para ser la primera, que debe ser la novela que te enganché para posteriormente estar esperando y devorando el resto, me parece que la carga argumental de la misma, para mi gusto, deja mucho que desear.

Es posible que vuelva a leer algo de la saga de novelas de Alatriste, pero por el convencimiento personal de que la idea propuesta por Pérez-Reverte es muy buena y se puede sacar mucho de ella, porque si fuese por la impresión causada por la lectura de esta obra sería muy probable que no me volviese a acercar a las calles de Madrid recorridas por Alatriste y compañía a través del resto de las novelas.


4 de agosto de 2014

EL CASO COLLINI de FERDINAND VON SCHIRACH



Primera novela de Ferdinand von Schirach conocido de nuestro público por sus extraordinarios volúmenes de relatos Crímenes y Culpa, El caso Collini combina una historia criminal de una concisión y una desnudez sobrecogedoras con la revelación de grandes deficiencias en el funcionamiento de la justicia en Alemania. Su publicación suscitó un encendido debate y el libro, como sus dos anteriores, ocupó los primeros puestos en las listas de ventas en su país. Empleado diligente, de una discreción modélica, Fabrizio Collini trabajó como operario durante treinta y cuatro años en la Mercedes-Benz. Pero un día, ya jubilado, acude al legendario Hotel Adlon de Berlín, a dos pasos de la puerta de Brandenburgo, y asesina a sangre fría a un hombre anciano, sin motivo aparente. La defensa de Collini recae de oficio en el joven e inexperto abogado Caspar Leinen, y lo que al principio parece una oportunidad para su incipiente carrera se convierte en un acuciante dilema profesional, ya que la víctima, un conocido y respetado empresario, es el abuelo de su primer amor, quien a su vez reaparece después de tantos años para pedirle que renuncie al caso. Así pues, Leinen no sólo se ve obligado a defender a un hombre que renuncia a defenderse y se niega a revelar el motivo del crimen, sino también debe resolver el conflicto de intereses. Su reputación y su carrera están en juego, más aún cuando el hallazgo de una pista apunta a un inquietante capítulo de la historia de la Justicia alemana.


Este libro es el resultado de un proceso literario que el autor comenzó al publicar Crímenes y Culpa, sentando base sobre el estilo y la idea que posteriormente ha desarrollado en el Caso Collini. Esta obra se puede considerar una evolución de las anteriores, ya que utilizando el mismo esquema, se centra en un único caso ahondando y ramificando los detalles del caso, al mismo tiempo que realiza un repaso histórico muy revelador de periodos oscuros de Alemania.

En cuanto salió a la venta esta novela decidí hacerme con ella y leerla, ya que el estilo de los libros anteriores me gustó mucho e intuía que esta obra no me iba a decepcionar, y no lo ha hecho. El tratamiento y el punto de vista que el autor da a los casos que trata me parece muy interesante, ya que ofrece una visión muy particular de los delitos, exponiéndolos de tal forma que al lector, a pesar de saber que el delito es un delito, puede llegar a “comprender” el mismo, haciendo referencias a los acontecimientos que rodean el caso en cuestión. Reconozco que disfruto con estas lecturas ya que permiten realizar muchísimas lecturas, sin que el autor marque la línea de interpretación del texto haciendo que el lector se posicione con libertad, teniendo argumentos de varias posiciones, el delito en sí y el “porque” del mismo.

El argumento que von Schirach ha escogido es muy interesante por las posibilidades que tiene en lo que respecta a las implicaciones del caso expuesto, y a los frentes con los que el autor ha querido dar más empaque a la historia, otorgando más interés y resultando un relato trepidante que nada tiene que envidiar a los clásicos thrillers, ya que el lector está en continua espera del próximo giro que, si es posible, aclare el devenir de los protagonistas.

Por otra parte el texto esconde, aunque no está tan escondido, una crítica al sistema judicial alemán así como a la existencia de ciertas leyes, que éticamente deja bastante que desear desde el punto de vista de la JUSTICIA en mayúsculas y desde la memoria histórica mirando de frente a las víctimas, dando carpetazo a cierto asunto de forma poco ortodoxa.

Es una suerte encontrarse este tipo lecturas, ya que aúnan en una única obra  varias características, que otras nunca llegan a rozar, ofreciendo al lector un lectura muy completa desde muchos puntos de vista que aumentan las posibilidades de éxito del mismo, pero hoy en día el nombre de Ferdinand von Schirach no es muy popular, pero tiempo al tiempo.


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