28 de enero de 2012

COSMÓPOLIS de DON DELILLO


Tenía una gran deuda con este gran escritor llamado Don DeLillo, uno de los escritores americanos mejor considerados y perteneciente a un club de novelistas que han marcado una época dorada. Para saldar esta deuda elegí entre todas sus obras Cosmópolis o lo que es lo mismo la historia de un día en Manhattan, y para ser sincero este primer encuentro ha sido muy satisfactorio.

La narrativa de DeLillo no es de lectura fácil, es una prosa muy personal y trabajada al mismo tiempo que prolija en ideas cortas y en ciertos momentos expresadas de manera desordenada, esto hace que sea necesario prestar atención a la lectura y a los detalles que en ella se presentan.

El argumento en un principio “suena” sencillo, un bróker de las finanzas afincado en Nueva York, Eric el cual es multimillonario, intenta cruzar la ciudad en su limusina para ir a cortarse el pelo al otro lado de la ciudad, pero el camino se verá entorpecido con la llegada del Presidente a la ciudad y de otras cuestiones que se deberán ir descubriendo a medida que avanza el libro, y todo comprimido en el transcurso de un solo día. El que la historia se desarrolle en un único día favorece una linealidad, lo que hace que sea fácil seguir la novela, por lo menos en este aspecto.

Es muy interesante el personaje de Eric en el cual podemos observar una seductora dicotomía por un lado un enfermizo autocuidado atravesando los límites de la egolatría y por otro un marcado carácter autodestructivo el cual podemos observar en su acciones inversoras y en el desarrollo final del libro. Merece la pena destacar las relaciones de los personajes respecto a Eric, siendo todas puntuales a excepción de la relación con Elise con la que mantiene una relación más continua y profunda volviendo a ella en varias ocasiones, lo cual es como etapas por las que pasa el protagonista.

Como pasa en muchas ocasiones cuando alguien tiene una buena idea y la plasma con cierta dosis de perfección en una obra literaria, siempre llega Hollywood a dar su visión cambiando sin pudor aspectos y matices que hacen de esta obra lo que en realidad es, y esto es lo que va a pasar con esta obra a lo largo de este año, pero no anticipemos acontecimientos puede ser que el film sea capaz de reflejar el alma de esta obra.

Este libro guarda cierta similitud con el Jazz, el que no está acostumbrado le puede parecer un caos absoluto, pero aquel que sabe escuchar todas las notas y seguir el ritmo sabe descifrar la melodía sin mucha dificultad y por tanto disfrutar del libro.

18 de enero de 2012

VENTANAS DE MANHATTAN de ANTONIO MUÑOZ MOLINA





Una experiencia es una oportunidad aprovechada para aprender de lo vivido, ya sea positivo o negativo, y en este libro Antonio Muñoz Molina nos relata la suya propia y yo, leyendo esta obra también la he tenido, y he aprendido a grandes rasgos dos cosas, lo fascinante que es dejarse llevar por una ciudad tan atrayente como Nueva York y la maestría narrativa del autor plasmada en este libro.

En esta obra nos relata sus paseos por la ciudad, sus sentimientos hacia ella y las sensaciones al asomarse a sus ventanas, desde las cuales él observa sin participar en lo visto plasmando lo que veían sus ojos en su libreta. Lo que daría por echar un vistazo a esa libreta, repleta de primeras impresiones, ideas cogidas a vuela-pluma, notas al margen... al fin y al cabo el germen del libro.

En esta obra se notan las "tablas" del autor con una narrativa bien estructurada y trabajada, manejando lo tempos y los temas. Ejemplo de esto lo encontramos en casi todos los capítulos, destacando el primer contacto con la ciudad, la incertidumbre de lo nuevo y las primeras sensaciones al entrar en Manhattan en taxi y ver los rascacielos cuasi interminables; los trágicos acontecimientos del 11-S, relatando una visión personal, rozando lo íntimo con lo que se podría denominar una auto cronología del día y semanas posteriores; las sensaciones de pasar desapercibido, convirtiéndose en un Don Nadie siendo dueño de su privacidad y por último el tristísimo relato de la vuelta a España con un aroma a melancolía de abandonar un lugar que te ha dado tanto.

He de añadir que el libro no es siempre un paseo por la ciudad, sino que en ocasiones nos paramos con él en conciertos y exposiciones, las cuales nos explica con gran pasión, que personalmente las recojo con mucho gusto, sobre todo en lo que música se refiere; y aquí me permito unas recomendaciones que pueden ambientar el libro, un par de discos de Bill Evans "Undercurrent" y "Moon Beams" Jazz instrumental del bueno, y más cercano, si cerca de vuestra ciudad oís un concierto de "Manel Camp Quartet" yo no lo pensaría dos veces.

No pasa desapercibido en el libro su relación con Elvira Lindo, se nota que en cada parte del libro que la nombra, sin nombrarla, existe una complicidad especial que es difícil describir, pero un buen ejemplo de la misma la podéis oír vosotros en esta entrevista que les realizó a ambos Julia Otero en Onda Cero (Enlace)su entrevista empieza en el minuto 70 del programa.

Cuando terminé de leer este libro me entraron ganas de (sé que es improbable, rozando lo imposible) dar un largo paseo por New York City junto con Antonio Muñoz Molina como guía, sintiendo la ciudad como la siente él. Quizás.........


6 de enero de 2012

LUGARES QUE NO QUIERO COMPARTIR CON NADIE de ELVIRA LINDO


237 páginas de narrativa de calidad en forma de homenaje a la ciudad de Nueva York, esta primera frase la podría haber puesto al final... Pero he querido dejar claro cuál es mi parecer hacia el libro al empezar.

Al leer esta obra uno se da cuenta de que ha sido escrita por una persona que conoce la ciudad y además la lleva muy dentro. Elvira Lindo nos ofrece su propia intimidad con la ciudad sin ningún tipo de tapujos contando experiencias o anécdotas que otros escritores no quieren, saben o pueden hacer, haciendo del relato algo cercano.

Si habéis leído otras obras de Elvira Lindo podrías identificar esta obra en su estilo, salvando las distancias por el tipo de relato, de un lenguaje cotidiano (sin ser vulgar) y al mismo tiempo muy cuidado y bien construido. Reconozco que al leerla puedo observar las raíces de la literatura en la narración oral.

En lo relativo al contenido del mismo me gustaría destacar algunos aspectos. Aunque no creo que no fuese su objetivo podemos ver el carácter gourmet de la escritora dado el gran número de referencias sobre lugares de interés gastronómico, si te gusta practicar este tipo de turismo en este libro tendrás referencias de diferentes estilos. Por destacar uno, "Shake Shack" unas hamburguesas deliciosas, sino es la mejor que he probado será la segunda.

A lo largo del libro se nombran muchísimos lugares de NYC de los que destacaría dos, no por importancia sino porque los quiero destacar.... High Line Park un proyecto magnífico que no hay que dejar de visitar, sobre todo por lo que es y las posibilidades que tiene para todos los gustos; y también resalto Queens, posiblemente un lugar escondido con un encanto muy particular. Debo añadir que me he quedado con ganas de Brooklyn que tiene un "no se que" especial y como diría mi amigo Andrew " Brooklyn es la leche, tío!!!!!"

Otro punto a tener muy en cuenta es la defensa del Upper West Side, aunque reconozco que estoy completamente de acuerdo con la autora, para mi el UWS y el West Village son los barrios con más encanto de Manhattan.

Después de leer este libro me he dado cuenta de dos aspectos, el primero es que desde mi punto de vista el poder vivir la experiencia vital de la autora en NYC y además poder disfrutarla del modo que lo hace ella es un autentico privilegio (ya que por así decirlo lleva una "doble vida"); y el segundo es... que tendrá el libro de "el guardián entre el centeno" y en concreto el personaje de Holden Caudfield que tiene cautivada a tanta gente, no lo sé, o por lo menos no conozco las palabras adecuadas para describirlo, pero yo me uno a esa lista. Dentro de un tiempo deberé releer ese libro, seguramente encuentre matices nuevos y reveladores.

Ahora me he comenzado a leer "Ventanas de Manhattan"..... Empacho de Nueva York.... Nunca. Pero no voy a adelantar nada, pero puedo decir que me esta resultando muy interesante además de compartir con el autor un gusto, casi vicio de los locales con música en directo y si es buen Jazz...

Imagen del High Line Park

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