“Portia Poitier era una mujer preclara. No solo llamó No Soy Sidney a su hijo cuando nada permitía aún vislumbrar el asombroso parecido que el bebé iba a tener con Sidney Poitier, el guapo y célebre actor afroamericano. También compró acciones de la otrora desconocida Turner Broadcasting Corporation en número suficiente para hacer de No Soy Sidney un hombre riquísimo. Algo que lo ayudará, sin duda, a la hora de enfrentarse a la marginación, las burlas y los acosos de todo tipo a los que lo exponen su estrafalario nombre y su color de piel.”
Antes de empezar con el análisis de la obra creo que es de justicia destacar el magnífico
trabajo editorial de pero manteniendo la imagen de la editorial,
facilitando la identificación de todos ellos. Blackie Books, la cual empezó a publicar en 2009,
otorgando a cada libro que editan un personalidad propia y perfectamente distinguible,
haciendo que cada obra obtenga características propias
Fruto de este trabajo editorial se traduce este libro (el
cual fue publicado en Estados Unidos en 2009) el cual se puede definir como “originalidad
en estado puro”. Percival Everett ha dado a su novela un carácter satírico
difícilmente encasillable o comparable a nada que haya leído.
Después de muchas lecturas vuelve a caer en mis manos un
libro que ha hecho volver a reír, lo
cual ha sido un auténtico gustazo, disfrutando momentos realmente delirantes e
hilarantes en situaciones de lo más variopintas, en la cuales los absurdo se
fusionaba con lo cómico, dando lugar a sketchs dignos de los mejores
humoristas.
El final me ha estropeado la obra. Me ha parecido que no le
hacía justicia a la obra, incluso me atrevería a decir que contradice en las
últimas tres páginas el resto de obra. Entiendo que puede ser un golpe de
efecto que ha querido dar el autor, pero personalmente considero que ese giro
de los acontecimientos deja un sabor demasiado agridulce. Pudiendo elegir
diversos finales posibles, ha optado por
la opción menos buena, una autentica lastima.
Pero a pesar de este “fallo” (desde mi punto de vista) tiene
otro aspectos que compensan con creces este revés, como puede ser la aparición
del autor en la obra, es genial, un tipo de lo más excéntrico pero no menos que
Ted Turner, como he disfrutado de estos dos tipos. Que capacidad de análisis y
que visión de la realidad tenían ambos. Siendo protagonistas de muchas
situaciones actuando como consejeros personales de No soy Sidney.
Elige este libro si lo que buscas una lectura ágil y
entretenida, que avanza a buen ritmo y facilita un buen enganche al libro. No
es una obra de arte y posiblemente con el paso del tiempo vayas olvidando poco
a poco los detalles, pero el buen rato que pasarás leyéndola no se borrará de tu memoria.
Sidney Poitier |
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