Por fin, ya era hora de ir
completando la trilogía de novelas futurista pesimistas, de las cuales ya he
leído dos, Fahrenheit 451 de Ray Bradbury y la novela que nos ocupa, Un mundo
Feliz de Aldous Huxley quedando pendiente de lectura 1984 de George Orwell.
Antes de leer esta obra el primer
dato que se debe conocer es que fue publicada por primera vez en 1932, por lo
que la ideas expuestas en la obra por el autor son todavía más sorprendentes
por su capacidad de anticipación sobre la evolución de ciertos aspectos que el
preveía.
Después de finalizar la lectura
observe que se puede realizar un doble análisis de la obra, por un lado el
estilo narrativo, el cual se puede calificar como normal, sin grandes
pretensiones ni alardes, y por otro lado el brillante argumento del libro. Y
por esto por lo que este libro es recordado y será recordado, lo comúnmente se
llama un Longseller.
Huxley nos presenta un mundo
organizado por castas (Alfa, Beta, Gamma, Delta y Épsilon) los cuales son
creados, no nacidos, de tal manera que cuenten con las características ideales
para desarrollar su cometido, seguido por otros tratamientos conductistas para
lograr la estabilidad social deseada. Deseada por un “gobierno” que controla
absolutamente todo.
Desde mi punto de vista Aldous
Huxley realiza una feroz crítica a ciertos aspectos que ya en los años 30
observaba que no le encajaban, entre los que cabe destacar, el avance
tecnológico y científico sin control ni ética, la banalización de la
sexualidad, desmoralización de las relaciones desprovistas de sentimientos y un
relativismo exacerbado. Aspectos que hoy en día, en mayor o menor medida, son
una realidad. Todo esto regado con un rechazo frontal de lo antiguo y un
abandono de la tradición adquirida, considerando esta como algo
desestabilizador, ya que fomentaría el pensamiento individual y la capacidad de
razonar. Convirtiendo una novela futurista en una obra de terror.
Existen muchos detractores de las
críticas del autor, los cuales defienden algunos aspectos aislados, sin embargo
no es posible aislar unos de otros, ya que se puede decir que están
interconectados y la evolución de algunos de ellos, sea a donde sea, provoca
una reacción en cadena que modifica el resto, siendo imposible compartimentar los
cambios sociales.
Hoy en día tenemos un sucedáneo
de la sociedad que Huxley anticipó para 2049 en 1932, ya que podemos
identificar aspectos del libro, que observamos en nuestra sociedad edulcorados
o disfrazados de falsa libertad o libre elección. Justificando a golpe de
legislación hechos que aunque legales, moralmente dejan muchísimo que desear.
Pero es inevitable, debido a la educación recibida y la escala de valores de
cada individuo. Por lo que la conjunción entre personas hoy en día es difícil,
debido a que gran parte de nuestra sociedad reniega de su pasado y su
tradición.
La lectura de este libro es muy
recomendable no solo por la temática, que ya sería de por si suficiente, sino
también por la reflexión posterior la cual considero muy beneficiosa e
interesante.
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