Karoo, de Steve Tesich, una novela con historia, una gran
novela de humor, todo un fenómeno literario en la línea de La conjura de los
necios. Publicada dos años después de la muerte del guionista Steve Tesich y
considerada novela de culto durante quince años, hoy ha alcanzado el
reconocimiento internacional al convertirse en un
best seller sorpresa en Francia. Un ajuste de cuentas que la sitúa como una de
las mejores novelas de los últimos 50 años. Esta novela de narrativa extranjera
nos presenta el mundo de Saul Karoo, un guionista en la cincuentena, un cínico
retorcido y egoísta, un mentiroso patológico. Lo único que hace bien es
destrozar el trabajo ajeno: transforma guiones para amoldarlos a la fórmula
hollywoodiense, salvarlos de la ruina económica y convertirlos en una ruina
artística. Su vida da un vuelco el día que se embarca en su junior
excentricidad: dejar de pensar en sí mismo y hacer algo por otra persona. Entre
carcajadas, acompañamos a Karoo en esta accidentada odisea, incapaces de
separarnos de él. Porque aunque es totalmente detestable, Karoo también es
terriblemente humano, una versión deformada de nosotros mismos, una víctima de
sus miedos y sus defectos, un aspirante fracasado a la felicidad.
La primera que vi Karoo de Steve
Tesich en la estantería de la librería, pasó desapercibido a mis ojos lectores,
pero tras la lectura de alguna reseña y la relectura de su sinopsis decidí
darle su oportunidad, y aunque ha tenido ciertas dosis de cal y arena creo que
es una lectura bastante digna.
El personaje principal, Saul
Karoo, es un tipo poco típico con una forma de pensar poco típica y que vive en
mi añorada ciudad de Nueva York ganándose la vida como corrector de guiones de
televisión y cine. Está claro que
estamos ante un protagonista no muy común en la esfera novelesca.
El libro tiene un inicio prometedor,
mostrando a Karoo como un tipo bastante asocial, pero inmerso en un mundo
tremendamente necesitado de interacciones sociales, lo que supone un conflicto
en la vida de Karoo y en los que le rodean ya que no entienden por qué se
comporta de esa manera, en concreto su ex mujer y su hijo (adoptivo).
La construcción de la trama es
muy interesante y a medida que avanza va mejorando en intensidad y
concretándose en aspectos determinados de su vida, al mismo tiempo que Karoo
intenta con más o menos éxito corregir errores de su pasado convirtiéndose en
adalid de su propia cruzada. Sin embargo aunque busca un final muy respetable,
para llegar a él sigue utilizando los mismos métodos que ha utilizado siempre,
el principal de todos: el engaño.
Todo en el libro sucede a buen
ritmo, facilitando una lectura fácil, sin embargo existe un punto en el relato
en el que la obra sufre un parón espectacular (No os preocupéis esto no es un
Spoiler), con un giro de los acontecimientos muy radical, para mi gusto en
exceso, ya que a partir de este punto se convierte en una novela lenta y con un
interés dudoso desde mi punto vista. Pero aún así la novela es interesante con
ciertos toques satíricos que hacen disfrutar de este personaje sin igual. Un
Karoo con ciertas extravagancias que después de la lectura es posible que
lleguemos a entender su razón de ser.
PD: la imposibilidad de nuestro
protagonista para poder emborracharse me ha parecido un detalle muy simpático,
un detalle por el que posiblemente recuerde este libro durante mucho tiempo.
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