“Un niño escapado de casa, escucha, agazapado en el fondo de su
escondrijo, los gritos de los hombres que le buscan. Cuando la partida pasa, lo
que queda ante él es una llanura infinita y árida que deberá atravesar si
quiere alejarse definitivamente de aquello que le ha hecho huir. Una noche, sus
pasos se cruzan con los de un viejo cabrero y, a partir de ese momento, ya nada
será igual para ninguno de los dos.”
Descripción es la palabra clave de
esta obra de Jesús Carrasco (su ópera prima) ya que los personajes y las
localizaciones solo están en su mente, ya que ha decidido privarnos de esa
información, pero como compensación nos ofrece una cantidad de descripciones
que nos facilitarán hacernos una idea bastante completa de lugares y
personajes. Personalmente he ubicado la obra en los páramos palentinos, por
recuerdos de la infancia supongo.
El argumento avanza a buen ritmo,
descubriendo poco a poco detalles que van configurando a los personajes y sus
actitudes. Este ritmo engancha, creando necesidad de avanzar en la historia y
aclarar aspectos que van aconteciendo.
En ocasiones la historia es
desgarradora, física y psicológicamente, aspecto que se ve mejorado y aumentado
por la descripción de los hechos y de los sentimientos de los protagonistas.
Gracias a este nivel narrativo se hace mucho más fácil empatizar con los
personajes, debido a que los personajes están completamente abiertos al lector,
a pesar de no saber su nombre.
Jesús Carrasco ha dado un golpe
en la mesa, demostrando que una primera novela puede ser una auténtica
revelación, sin embargo los encargados de marketing, alguna revista y webs se
pasaron tres pueblos al afirmar en
Febrero de este año, que teníamos ante nosotros la mejor novela del año, una
exageración fruto de las ansias de venta, y que muchos lectores gracias a esas
expectativas rechazaron el libro debido a ideas preconcebidas alejadas de la
realidad. Sin embargo es más que probable que este libro esté en el Top 5 del
año.
Tuve el placer de charlar un rato
con el autor durante la pasada Feria del Libro de Madrid, y verdaderamente fue
un encuentro muy agradable que cambió la imagen que tenía de él fruto de la
entrevista que le realizaron en el programa Página 2 en el que se mostraba con
cierta prepotencia, aspecto que no se corresponde con la realidad en absoluto.
En muchas reseñas se le compara
con Miguel Delibes y con Cormac McCarthy, personalmente creo que se acerca más
al primero, sin embargo pienso que deberemos esperar a sus siguientes novelas
para clarificar el camino que toma del autor y el estilo personal que imprime
en sus escritos.
La recomendación es clara. Ya que
aunque parezca una novela muy tremenda, la extensión de la misma facilita la
lectura, unas 220 páginas, haciendo que la intensidad de este bastante
concentrada para dejar huella en el lector sin dejarle “tocado”. Jesús espero
la siguiente novela con impaciencia.
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