29 de mayo de 2011

Manhattan de 1979

Había oído hablar bastante sobre este film y muy recomendado, y por esta razón decidí ver este film en versión original, eso sí con subtítulos. Yo reconozco que soy un gran defensor de ver la películas en versión original por las muchas ventajas que tiene, principalmente dos: el aprendizaje del idioma (la más practica) y por otro lado que mediante el doblaje se pierden multitud de detalles que en la versión original podríamos captar.

Está película de apenas 90 minutos se podría decir que es muy fácil de ver, pero no es fácil de ver para todos solo para aquellos que apreciamos el cine como algo más que un entretenimiento sino como un medio de comunicación, un arte.

Posiblemente ante los ojos de un traga avatares, piratas, o titanics, amante de la acción continua sea un bodrio insoportable pero ante nuestros ojos se desarrolla una historia de relaciones humanas dentro de un contexto, Manhattan 1979. Aunque parezca algo sencillo, en mi humilde opinión de los temas más complicados de explicar y por tanto retratar son las relaciones humanas y más cuando la historia implica una relación de tres “intelectualoides” más tres personajes más “vanos”. Al fin y al cabo una batalla entre los que buscan un existencia decente contra el materialismo que impera en la sociedad. La historia se complica.

Hay que decir que la película es en blanco y negro, un acierto ya que le da un carácter oscuro e intimista y al mismo tiempo que mejor manera tributar un homenaje a la Ciudad que nunca duerme y la ciudad de los contrastes que utilizando el mayor contraste el Blanco y el Negro. En este film Allen nos ofrece un gran número de planos y vistas de la ciudad de Nueva York, lo cual es de agradecer por los “admiradores de la City”.

Por último quería resaltar los acompañamientos que tiene Woody Allen en la película, primero dos actrices de lujo Diane Keaton y Meryl Streep, y por último y para mi más importante la música de George Gershwin, un maestro de Jazz, y nada menos que interpretada por la Filarmónica de Nueva York.

Aunque en general Woody Allen no es “Santo” de mi devoción, he de reconocer que esta película ha sido muy agradable de ver. Recomendable, pero no para todos los públicos.

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