26 de agosto de 2013

ÁNGELES Y DEMONIOS de DAN BROWN



No recuerdo libro con el que me haya cabreado más que con Ángeles y demonios de Dan Brown, este señor (en este libro) no tiene ningún tipo de ética sobre la manipulación de la realidad, aún sabiendo que lo que estamos leyendo es ficción. Ha sobrepasado límites para conseguir su objetivo, impidiendo que los errores del texto (que los hay a docenas) se puedan considerar como “despistes” del autor.

Acepto y considero lícito que un autor pueda crear cualquier tipo de realidad o contexto, modificando de arriba abajo cualquier aspecto que en nuestra sociedad se dan por sentado. Sin embargo considero ruin, que vendiéndose el texto como ficticio en la historia pero real en el contexto, el autor modifique a su antojo, y de paso facilitándose la novela, determinados hechos comprobables y visibles para lanzar acusaciones que son absolutamente, para sacar un rédito personal (no se que le pasará por la cabeza a este hombre) y por supuesto comercial. El escándalo vende.

Dan Brown se sirve de dos tipos de escenas para mantener la atención del lector en momentos clave, o bien escenas que tienen un trasfondo de falsedad, que a poco que se investigue se caen por su propio peso, y escena de ciencia ficción cuya credibilidad es harto difícil creando en la cabeza del lector o lectora un chirrido casi ultrasónico. Estamos hablando de Dan Brown Rey de los Bestseller, esto duele.

Hablemos de la película, sé que es difícil de comprender y sin que sirva de precedente, creo que es más bebible que el libro (no me puedo creer que haya escrito esto) los cambios en el argumento que se han realizado en el film, y son bastantes, otorgan a la historia una línea argumental más seria, intentando contar una historia sin necesidad de adoctrinar al espectador con las rayadas mentales del autor.

La estructura del libro es muy fiel a su estilo, capítulos muy cortos con finales más o menos intensos que atrapen al lector. El inicio del libro es bastante plano sin mucho sobresalto y poca acción, cosa que varía al llegar a Roma, en donde se produce un aumento de intensidad en el relato, dada sobre todo por los hechos que van aconteciendo. En cuanto a su narrativa vemos un vocabulario muy sencillo, sin grandes giros o construcciones más o menos complicadas. Para que.

Al leer este libro me doy cuenta de lo necesario que es saber y conocer, sobre todo para evitar que cualquier “cantamañanas” nos venda la moto o intente convencernos de cosas que de ciertas tienen lo que yo de Superman. Cualquier persona que se haya enfrentado a este libro sin unos conocimientos mínimos del funcionamiento del vaticano, los cónclaves, la iglesia, la ciencia, el CERN y el arte, se habrá tragado una cantidad como para sentirse empachado por unos cuantos lustros. 

Miedo me da leer “El símbolo perdido”, lo tenía en la recámara pero creo que voy a descansar un poco de este señor. Siempre defiendo que para apreciar la buena literatura, en ocasiones hay que probar la que es amarga lo cual nos ayudará a valorar la dulzura de una obra bien escrita.



19 de agosto de 2013

EL BALNEARIO de CARMEN MARTIN GAITE



El balneario es una obra compuesta por varios relatos, el primero de ellos, que es el que da nombre al libro es una novela corta (+- 60 páginas) y el resto relatos cortos con diferentes temáticas. Pero todos ellos con una idea principal, reflejar imágenes costumbristas de la sociedad de la época en la que fueron escritos.

Durante este año he leído varios libros de relatos cortos (es posible que me esté aficionando) y soy consciente de la dificultad que conlleva este género, en referencia al corto espacio, ya que apenas tienes tiempo de presentar tu escena, tus personajes, la acción… lo que dificulta en gran manera que el lector se adentre de manera adecuada en el mismo, para captar de forma rápida el argumento y comprender el contexto. Es una dificultad que obliga a los autores de este género a tener un estilo muy directo y más o menos claros en sus argumentos.

En este libro que nos ocupa, en mi opinión, Carmen Martín Gaite no lo consigue, ya que continuamente mientras leía sus relatos me sacaba del texto, despistándome y evitando que me adentrase en el argumento.

De la selección de textos incluidos en esta obra destacaría tres de ellos, el primero El balneario, en el que se ha podido ver un poco más desarrollado el estilo de la autora y dos textos cortos. El primero de ellos trata de una chica que busca trabajo como criada, para el que por supuesto le piden referencias de su anterior ocupación. Y el segundo a destacar, de los textos cortos, es el que se desarrolla en una peluquería  y que tiene como protagonista a una típica señora de su tiempo que tiene que lidiar con hijos, marido y personal de la casa.

El libro no me ha gustado y no lo volvería a leer, sin embargo esto no quita para que en un futuro lea alguna cosa más de Martín Gaite, ya que hace algún tiempo leí “Caperucita en Manhattan” y disfruté mucho con ella, libro que es imposible de comparar con la obra que nos ocupa, ya que si desconociésemos el autor de dichas obras difícilmente asignaría ambas a una misma persona. Son las dos caras de una misma pluma. Un claro ejemplo de la evolución de los autores, que pese a tener un estilo muy marcado, los tiempos, modas y experiencias hacen que los autores nos sorprendan continuamente.


12 de agosto de 2013

UN MUNDO FELIZ de ALDOUS HUXLEY



Por fin, ya era hora de ir completando la trilogía de novelas futurista pesimistas, de las cuales ya he leído dos, Fahrenheit 451 de Ray Bradbury y la novela que nos ocupa, Un mundo Feliz de Aldous Huxley quedando pendiente de lectura 1984 de George Orwell.

Antes de leer esta obra el primer dato que se debe conocer es que fue publicada por primera vez en 1932, por lo que la ideas expuestas en la obra por el autor son todavía más sorprendentes por su capacidad de anticipación sobre la evolución de ciertos aspectos que el preveía.

Después de finalizar la lectura observe que se puede realizar un doble análisis de la obra, por un lado el estilo narrativo, el cual se puede calificar como normal, sin grandes pretensiones ni alardes, y por otro lado el brillante argumento del libro. Y por esto por lo que este libro es recordado y será recordado, lo comúnmente se llama un Longseller.

Huxley nos presenta un mundo organizado por castas (Alfa, Beta, Gamma, Delta y Épsilon) los cuales son creados, no nacidos, de tal manera que cuenten con las características ideales para desarrollar su cometido, seguido por otros tratamientos conductistas para lograr la estabilidad social deseada. Deseada por un “gobierno” que controla absolutamente todo.

Desde mi punto de vista Aldous Huxley realiza una feroz crítica a ciertos aspectos que ya en los años 30 observaba que no le encajaban, entre los que cabe destacar, el avance tecnológico y científico sin control ni ética, la banalización de la sexualidad, desmoralización de las relaciones desprovistas de sentimientos y un relativismo exacerbado. Aspectos que hoy en día, en mayor o menor medida, son una realidad. Todo esto regado con un rechazo frontal de lo antiguo y un abandono de la tradición adquirida, considerando esta como algo desestabilizador, ya que fomentaría el pensamiento individual y la capacidad de razonar. Convirtiendo una novela futurista en una obra de terror.

Existen muchos detractores de las críticas del autor, los cuales defienden algunos aspectos aislados, sin embargo no es posible aislar unos de otros, ya que se puede decir que están interconectados y la evolución de algunos de ellos, sea a donde sea, provoca una reacción en cadena que modifica el resto, siendo imposible compartimentar los cambios sociales.

Hoy en día tenemos un sucedáneo de la sociedad que Huxley anticipó para 2049 en 1932, ya que podemos identificar aspectos del libro, que observamos en nuestra sociedad edulcorados o disfrazados de falsa libertad o libre elección. Justificando a golpe de legislación hechos que aunque legales, moralmente dejan muchísimo que desear. Pero es inevitable, debido a la educación recibida y la escala de valores de cada individuo. Por lo que la conjunción entre personas hoy en día es difícil, debido a que gran parte de nuestra sociedad reniega de su pasado y su tradición. 

La lectura de este libro es muy recomendable no solo por la temática, que ya sería de por si suficiente, sino también por la reflexión posterior la cual considero muy beneficiosa e interesante. 


5 de agosto de 2013

EL MAESTRO DEL PRADO de JAVIER SIERRA



Joven protagonista encarnado por el mismo autor, Javier Sierra, que en la introducción declara su propósito de narrar los episodios supuestamente vividos por él hace en 1990, mientras cursaba sus estudios en la Facultad de Periodismo. Una mañana, al observar la escena del famoso cuadro titulado La Sagrada Familia de Rafael, un extraño personaje de edad madura se ofrece a descubrirle las claves secretas que los pintores dejaron en sus lienzos para los siglos posteriores.

“Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca” (Apocalipsis 3:16) De esto adolece esta novela. Esta a medio camino entre una novela y un ensayo, quedando en ambos casos muy corto para considerarse ninguna de las dos opciones. 

Y es curioso porque lo que acerca esta obra a ser una novela la aleja de ser un ensayo, y lo que evita que se pueda considerar un ensayo son las trazas de novela. Ante esta disyuntiva la editorial o el autor decidieron “Venderla” como novela en la cual se descubren multitud de secretos y mensajes ocultos de algunos cuadros del Museo del Prado de Madrid, una decisión puramente comercial en la que lectores como yo, se han sentido en cierta manera defraudados.

Y debido a la bipolaridad de la obra el análisis que realizo será doble, tratando por separado las dos vertientes.

Novela, carece de interés, buscando entre explicación de cuadro y otro, el enlace entre ambos con situaciones bastante forzadas que en ningún caso enganchan ni le dan ritmo a la obra, por lo que estos aspectos no tienen suficiente potencia como para considerar al texto como novela. Sin embargo la trama, en mi opinión, tiene posibilidades. Pero creo que desde un punto de vista más activo y cohesionado hubiera tendido una mejor resolución.

Ensayo, no soy un gran experto en arte, sin embargo creo que el aspecto de las pinturas proféticas está muy cogido por los pelos, ya que dudo de la veracidad de las conexiones expuestas por el autor, siendo interpretaciones personales en vez de hechos bien contrastados. La investigación que ha realizado el autor sobre los cuadros considero que es de valorar, sin embargo ha cometido algunos errores de manual, como por ejemplo renombrar a uno de los ladrones que fueron crucificados junto a Jesucristo, de Gesmas a Gestas. Punto negativo.

Nuevamente volvemos al típico problema de prometer y crear expectativas que no son. Antes de adquirir el libro vi una entrevista al autor que explicaba el libro haciendo hincapié en aspectos que me atrajeron, pero a medida que leía el libro esos aspectos, efectivamente estaban, pero no en potencia y en abundancia como dejo a entender el autor.

Por supuesto que este libro tiene su audiencia, pero considero que es un grupo muy específico; ya que aquellos lectores de novela, en mi opinión se quedarían fuera, y los que buscan y disfrutan con la lectura de ensayos, los momentos narrativos, se les van hacer insufribles. Sin embargo aquellos que quieren algo intermedio y no se atreven con libros específicos de arte, es posible que aquí encuentren la horma de su zapato.

En general, puedo decir que no he disfrutado de la lectura, sin embargo reconozco que a través de su lectura, se me han despertado unas ganas locas de visitar una vez más el museo del Prado, y fijarme en alguna que otra obra que en anteriores visitas he podido ver de soslayo. Punto Positivo.


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