25 de febrero de 2013

EL OTRO McCOY de BRIAN McCABE



A pesar de ser una ciudad eminentemente literaria, Edimburgo no tiene muchas publicaciones que la tengan como marco narrativo mostrando su cara actual. Sin embargo antes del verano del pasado año encontré por “casualidad” esta obra, la cual no dudé un momento en adquirir para que se convirtiera en mi lectura viajera, pero la cosa no fue bien debido a que llegaba tan cansado al hotel tras las largas jornadas, que no me quedaban fuerzas para leer con calidad. En resumen después de 10 días de viaje solo había alcanzado la página 40. Sin embargo la obra seguía latiendo en mi estantería y en cuanto tuve ocasión no la leí, la devoré.

Nada más comprarla, recuerdo la sensación de tener entre las manos algo más que un libro. Una sensación debida a la concentración de detalles que transforman este libro en algo más que un continente que guarda un contenido. La edición es fantástica y muy cuidada, nada más empezar a pasar páginas se nota la diferencia. El anexo de un mapa de la ciudad en el cual se marcan no solo los lugares que se nombran en la novela sino también los lugares más conocidos de la ciudad. Por último, el regalar con el libro una pequeña colección de postales con imágenes en blanco y negro que nos descubren diferentes paisajes urbanos, es toda una muestra del cuidado de la editorial Jekyll y Jill en la publicación de sus obras. Cosas que a día de hoy son impensables en formato electrónico.

Una vez aclarado mi admiración por el continente, llega el momento del contenido, el cual no iba a ser menos, el nivel de la narrativa de Brian McCabe es indudable y su carácter escocés se muestra en cada página que leemos un carácter similar al inglés pero con ciertos aspectos que dan su propia personalidad al texto. Esta personalidad se transmite en el protagonista Patrick McCoy, el auténtico McCoy. Auténtico escocés.  La historia nos presenta a McCoy como un fracasado, pero con ciertas ideas claras y con un espíritu de superación muy particular, sin embargo el desarrollo de la obra centra su interés en la relación que establece con sus amigos y conocidos, que en ocasiones roza el surrealismo absurdo pero dentro de un contexto completamente realista. Es difícil de entender, pero es así.

Retomando la idea del marco de libro, la gran ciudad de Edimburgo, debo reconocer que tengo debilidad por este lugar, por lo que es, por lo que fue y por lo que representa. Sin embargo no entiendo como siendo una ciudad con tanta historia, con tanta cultura y con rincones y leyendas maravillosas no ha sido más explotada por escritores como han sido otras ciudades de su “categoría”. Esto no puede seguir así. Sin embargo una conocida escritora, creo que se llama JK Rowling, inicio la saga de Harry Potter en Edimburgo en un local llamado “The Elephant House” y terminó la saga en el Hotel Balmoral, con nivel. Tomando prestados nombres de personas allí enterradas para sus protagonistas,concretamente del cementerio de Greyfriars, yo encontré el apellido de McGonagall (William McGonagall, Poet and Tragedian), pero existe un problema, que aunque usó Edimburgo para escribir su saga, en ningún momento en los libros se pisa la ciudad. Una pena.

Puedo decir que es de los libros basados en ciudades que he visitado que más me ha gustado,  posiblemente debido a la cotidianeidad de la historia y la familiaridad con el que está escrito, explicando y describiendo con minuciosidad los diferentes rincones de la ciudad, haciendo posible un punto de vista mucho más cercano al protagonista, e incluso, como me ha pasado a mí, acelerando la lectura en los momentos de más intensidad del relato.

La recomendación de este libro es obvia, puedo decir que me ha encantado en todas sus vertientes; la temática, la historia y la magnífica edición. Sin duda un libro que podré volver a leer dentro de mucho tiempo, porque físicamente el libro estará en perfectas condiciones. Da gusto ver que aún existen editoriales volcadas en ofrecer un producto compensado, calidad en la obra y calidad en la edición.

¿Estaríais dispuestos a pagar un poco más por un  libro bien editado y construido?

Imagen de Edimburgo desde el Castillo

18 de febrero de 2013

HISTORIAS DE NUEVA YORK de O. HENRY



O. Henry, anteriormente conocido como William Sydney Porter fue uno de los mayores exponentes del relato breve estadounidense, llegando hasta al extremo en el que se popularizó la expresión “un final a lo O. Henry” para identificar desenlaces sorpresivos. A pesar de ser un autor muy prolífico y versátil no consiguió asegurarse una vida desahogada a través de su trabajo como escritor pasando gran número de penurias, sin embargo en su haber cuenta con el honor de ser el fundador de varias publicaciones 

La elección de la ciudad de Nueva York como marco para esta serie de historias no es casual, la relación de el autor con esta urbe trascendió más allá del gusto de escribir sobre la ciudad llegando a buscar con cada uno de estos escritos un homenaje a la gran manzana.

El texto al que nos enfrentamos es un compendio de relatos breves en los que el autor nos representa una selección de la tipología de habitantes de la Nueva York de la época (inicios del siglo XX) en contextos y marcos narrativos originales al mismo tiempo que cotidianos. 

La selección de estas historias dudo que fuese fácil porque para O.Henry cada uno de los habitantes de la ciudad (que ya contaba con cuatro millones) poseía “una historia digna de ser contada” algo con lo que no podría estar más de acuerdo, cuantas historias o anécdotas se perderán en la memoria, sin que hayan sido relatadas ni siquiera de manera oral, disipándose de esta manera ese conocimiento o experiencia que permitiese a futuras generaciones iniciar su camino desde un punto de partida más ventajoso.

La naturaleza de los relatos es difícilmente comparable, son muy breves apenas de media diez páginas, pero la intensidad de muchos de ellos (son diecisiete) hace que tengas que parar de leer al finalizar el relato para comprender la dimensión de la historia que acabas de percibir. Poniendo siempre un guinda final que hiciese en ocasiones el volver la vista atrás y en otras preguntarte ¿pero qué ha pasado? Brillante.

Reconozco que no soy un gran lector del relato corto, sin embargo esto no quiere decir que no valore este tipo de literatura, ni mucho menos. El condensar una historia en tan pocas páginas manteniendo la tensión, sin obviar detalles con una estructura básica de presentación, desarrollo y desenlace es de un gran mérito. 

La pregunta que me surge a través de la reflexión posterior a la lectura de este libro es, ¿Cómo podemos distinguir cuando tenemos una idea si esta es buena para un relato corto o para una novela? Como lector no se responder, pero sí que puedo decir que he leído novelas que bajo mi punto de vista habrían ganado como relato corto y relatos cortos que podrían haberse ampliado a novela por la naturaleza de la historia que nos presentaba.

Un libro imprescindible para amantes del relato corto y para aquellos lectores que se quieran iniciar en el mismo. Enhorabuena a Nórdica por tan bella edición.


4 de febrero de 2013

NORMAS DE CORTESÍA de AMOR TOWLES



Una vez más mis lecturas me transportan a la gran ciudad de New York y en concreto al 31 de diciembre de 1937 a través de un año en la vida de Katey Kóntent en la ciudad, describiendo de forma precisa tanto los escenarios como las personas que se relacionan con nuestra protagonista.

En sí el tema no supone la aparición de una idea original, sin embargo el estilo narrativo, los personajes y la localización suplen con creces este aspecto, ofreciendo una obra atrayente para el lector.

Es la primera novela de Amor Towles y a pesar de esta inexperiencia se observa un gran control sobre el desarrollo del argumento, siguiendo un proceso evolutivo en lo que a interés se refiere.

En el libro el autor juega con sus personajes, exponiendo una serie de situaciones en la que su protagonista se ve obligada a tomar decisiones vitales continuamente en lo referente a sus amigos, su trabajo y sus relaciones personales. Manteniendo un equilibrio interesante entre dos ámbitos de la sociedad neoyorquina de aquella época, la sociedad pudiente y la sociedad “currante”, estableciendo maneras de comportamiento bien diferenciadas.

Es un detalle muy interesante el título del libro, el cual hace referencia a las normas de cortesía creadas por George Washington, las cuales, muy acertadamente han sido incluidas a modo de anexo. Estas normas de cortesía aunque parezcan una anécdota más o menos graciosa sobre las directrices de comportamiento en sociedad, son algo más que eso, ya que una lectura pormenorizada de las mismas ofrecen una guía estupenda para mejorar en la escala social de manera casi natural.

Leyendo este libro y otorgándole cierta credibilidad he de concluir que la ciudad de Nueva York es la ciudad de las oportunidades, y oportunidades en muchos sentidos. En este libro en cuestión vemos como constantemente a lo largo de los 365 días relatados la sucesión de hechos alrededor de nuestra protagonista es de una variedad apabullante, es lo que cualquier persona definiría como una año “movidito”, sin embargo esto es lo que tiene esta ciudad, las cosas pueden cambiar en cuestión de segundos y conviven tantas personas en tan poco espacio que se pueden dar encuentros de lo más inverosímiles.

En resumen este libro es agradable a su lectura, utilizando un estilo narrativo muy realista, lo que personalmente hoy en día es un tipo de literatura que me resulta muy atractivo.  Es más que probable que este libro no se convierta en un “BestSeller” o que tampoco llegue a conocerse en los círculos literarios, sin embargo en ocasiones tener la posibilidad de leer historias que no son conocidas por el gran público tiene un cierto regusto a lo que podría ser el sentimiento de un explorador al encontrar su ansiado tesoro.


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