Una misa por los Medici
de Richard Dübell, Florencia en el Quattrocento y la conspiración de los Pazzi,
todo parece indicar que estamos ante un libro que apunta maneras, pero… empecemos
por lo bueno, resaltando la magnífica edición y construcción del libro, que
favorece su lectura, así como una letra generosa cuanto menos.
El tema es muy
interesante, tanto la época como la localización Sin embargo la trama elegida
como principal por el autor le resta importancia, la de los mercaderes,
distorsiona y hace difícil profundizar en el foco de interés: la célebre
conspiración de los Pazzi contra los Medici, y sobre la que giran, o mejor
dicho deberían girar, las tres tramas que yo he identificado en el desarrollo
de la obra.
Echo en falta el conocer
aspectos y costumbres de la época y de la ciudad ya que al no tener estas
referencias creo que se pierde gran parte del encanto de la ciudad de
Florencia, una ciudad literaria por antonomasia que ofrece un sin fin de historias
que darían mucho juego. Una auténtica lástima.
La narrativa histórica
necesita que el lector entre en la historia y visualice claramente donde se
desarrollan los hechos, los personajes, los sitios para que el lector haga un
imagen mental del lugar y siga en su mente el discurrir de los protagonistas,
pero por lo menos conmigo esta obra no la ha conseguido, no he conseguido
adentrarme por las calles de Florencia, y constantemente me perdía con tanto ir
y venir del protagonista.
Otro aspecto que me ha
sorprendido es la voz narrativa elegida en el libro, la cual es uno de los
protagonistas. Normalmente en este tipo de novelas se elige una tercera
persona, un narrador que no aparece en la obra, lo cual favorece una visión más
general de la situación para que el lector se sienta cómodo y conozca el
contexto.
Traducir del alemán debe
ser harto complicado, sin embargo se leen expresiones que dudo que se oyesen en
el Quattrocento florentino, como por ejemplo “eh, tío” y la manera tan
“mundana” con la que habla ser Lorenzo de Medici con personas de dudosa
inocencia. Esto a medida que avanzas en la lectura, rechina.
Las descripciones bien
hechas y con sentido son bienvenidas, pero Richard Dübell nos describe con gran
maestría pero innecesariamente multitud de situaciones y escenarios que en mi
opinión solo sirven para distraer al lector y no aportar mucho al texto,
creando momentos de lectura no muy fáciles.
En ocasiones es bueno dar
con determinados libros que por diversas razones puede que no nos gusten mucho,
por la sencilla razón de que nos ayudan a valorar más aquellos que nos han
marcado positivamente, al mismo tiempo que nos muestran o enseñan que es lo que
características concretas tienen nuestro libros preferidos, para en un futuro
mejorar en nuestras elecciones literarias y en la profundidad de nuestros
análisis de libros. Pero creo que esto se puede ir aprendiendo sin que sea
necesario leer este libro, hay otros métodos menos dolosos.
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