Instalados en un lujoso piso de París, los Kampf poseen todo lo que el
dinero puede compra, excepto lo más difícil: el reconocimiento de la alta
sociedad francesa. Así pues, con el propósito de obtener el codiciado premio,
preparan un gran baile para doscientos invitados, un magno acontecimiento
social que para el señor y la señora Kampf supondrá, respectivamente, una
excelente inversión y la soñada apoteosis mundana.
Después de la lectura de El malentendido, vuelvo a Irène Némirovsky, en esta ocasión con una obra muy
cortita que supuso allá por 1930 el reconocimiento de esta escritora ante el
público. La obra en cuestión es
El baile, un libro que no llega a las 100
páginas, pero que sin embargo dan de sobra para cubrir el objetivo de su
autora.
Básicamente esta obra tiene dos
puntos fuertes, que resaltan sobre el resto, por un lado la relación que tiene
la protagonista, una adolescente de 14 años, con su madre que se podría definir
como de Amor-Odio, aunque más de lo segundo que de lo primero. Viendo durante
todo el relato muestras evidentes, no del deterioro de la relación, sino de la
destrucción total. Por otra parte tenemos la preocupación vital de los señores
Kampf (sobre todo de la señora) por entrar en el círculo social que les
corresponde debido a sus status de nuevos ricos, al mismo tiempo que rechazan
todo lo que formaba parte de su antigua vida, incluyendo a su hija.
Otros de los perjudicados en la
causa fueron los empleados de la casa, para entendernos los criados, los cuales
tienen que sufrir la batalla campal, sin posibilidad ni de esconderse del fuego
cruzado, aquí se puede aplicar lo de “no sirvas a quién sirvió, ni pidas a
quién pidió”
Ante esta situación se puede
observar claramente la crítica directa y clara de Irène Némirovsky hacia la
sociedad parisina de su época, focalizándola en la corrosión del dinero en
todos los círculos sociales, desde la familia hasta núcleos mucho más amplios.
Modificando uno a uno todo el sistema de valores que les habían conducido por
la vida, provocando fracturas que sin la intromisión del capital nunca se
hubiesen producido. Sin embargo en el contexto que nos plantea la autora en
este Baile no se salva ni el apuntador, todos buscan la consecución de sus
propios objetivos, sin tener consideración ni interés en posibles
incompatibilidades con el resto de miembros de la familia, buscando una
resolución rápida de las oportunidades que les puede ofrecer la nueva situación
económica.
No obstante en esta obra no solo
cuenta el contenido o argumento, Nèmirovsky ha dado su toque y estilo personal,
con una narrativa brillante, con ese saber escoger la palabra perfecta entre
varias opciones. El ritmo es ligero y en una tarde es posible empezar y
terminar el libro, lo que sería una tarde muy provechosa.
El motivo por el que leí el libro
fue por una recomendación personal, sin embargo antes de enfrentarme a él,
pensaba que me iba a encontrar un escrito más tendente a lo cómico, pero en
absoluto, (lo cual no quita que se te dibuje una sonrisa en la cara ante
ciertas situaciones) lo que encontré es una obra profunda y en un corto espacio
de tiempo; esto no está al alcance de muchos autores, por muchos premios que
tengan.
La recomendación es evidente,
añadiendo además el factor calidad/tiempo invertido es absolutamente favorable.
Siendo perfectamente “leible” tanto por el lector más experimentado como por el
novel, haciendo posible disfrutar del texto a diferentes niveles.
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