2 de diciembre de 2013

DON JUAN TENORIO de JOSÉ ZORRILLA



Don Juan Tenorio es el personaje más célebre del teatro español. La historia de este burlador de mujeres comienza en los días de Carnaval y acaba en el Día de Difuntos. Don Juan es un seductor que se mofa de todos los valores sociales establecidos. Pero su vida cambiará al conocer a doña Inés. Gracias a su amor el alma de don Juan se salvará de las llamas del Infierno.

Dentro de los eventos culturales que suelo asistir año tras año, se encuentra la representación de esta obra de José Zorrilla en fechas próximas al Día de todos los Santos, sin embargo este año debido a ciertos compromisos no he podido asistir a ninguna y este hecho me ha supuesto cierto vacío poético. Para remediarlo decidí leer el texto y representar mentalmente la obra.

Aunque ya conozco más que de sobra la obra siempre encuentro en cada representación algún aspecto que resaltar o cierto matiz que da un nuevo color a la obra, en este caso a través de la lectura he descubierto algunos que en las representaciones  se me habían pasado por alto. Como por ejemplo de la profundidad de ciertos monólogos de don Juan, que por efecto de la ligereza de la rima no había observado en su justa medida.

Retomar clásicos es algo muy recomendable, una vez que se tiene cierta costumbre lectora se pueden apreciar con toda la amplitud, ya que el bagaje literario hace que el lector tenga una visión más global. Léase en este párrafo una crítica directa a determinados profesores de literatura  que a sus alumnos de instituto les hacen leer obras clásicas, pero no aptas para esas edades o rutinas lectoras, que lo único que consiguen es que los chavales no se interesen por la lectura y rechacen obras que posiblemente en un futuro podrían formar parte de sus libros favoritos. 

Evidentemente los clásicos son clásicos y todos tienen una calidad contrastada durante años de pervivencia, sin embargo que tengan una calidad indiscutible, esto no hace que sean aptos para todos los públicos, y aún cumpliendo los “requisitos” para poder disfrutar de estas obras como se merezcan no está asegurado el disfrute. Es la ley de Murphy de la literatura.


No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...