18 de enero de 2012

VENTANAS DE MANHATTAN de ANTONIO MUÑOZ MOLINA





Una experiencia es una oportunidad aprovechada para aprender de lo vivido, ya sea positivo o negativo, y en este libro Antonio Muñoz Molina nos relata la suya propia y yo, leyendo esta obra también la he tenido, y he aprendido a grandes rasgos dos cosas, lo fascinante que es dejarse llevar por una ciudad tan atrayente como Nueva York y la maestría narrativa del autor plasmada en este libro.

En esta obra nos relata sus paseos por la ciudad, sus sentimientos hacia ella y las sensaciones al asomarse a sus ventanas, desde las cuales él observa sin participar en lo visto plasmando lo que veían sus ojos en su libreta. Lo que daría por echar un vistazo a esa libreta, repleta de primeras impresiones, ideas cogidas a vuela-pluma, notas al margen... al fin y al cabo el germen del libro.

En esta obra se notan las "tablas" del autor con una narrativa bien estructurada y trabajada, manejando lo tempos y los temas. Ejemplo de esto lo encontramos en casi todos los capítulos, destacando el primer contacto con la ciudad, la incertidumbre de lo nuevo y las primeras sensaciones al entrar en Manhattan en taxi y ver los rascacielos cuasi interminables; los trágicos acontecimientos del 11-S, relatando una visión personal, rozando lo íntimo con lo que se podría denominar una auto cronología del día y semanas posteriores; las sensaciones de pasar desapercibido, convirtiéndose en un Don Nadie siendo dueño de su privacidad y por último el tristísimo relato de la vuelta a España con un aroma a melancolía de abandonar un lugar que te ha dado tanto.

He de añadir que el libro no es siempre un paseo por la ciudad, sino que en ocasiones nos paramos con él en conciertos y exposiciones, las cuales nos explica con gran pasión, que personalmente las recojo con mucho gusto, sobre todo en lo que música se refiere; y aquí me permito unas recomendaciones que pueden ambientar el libro, un par de discos de Bill Evans "Undercurrent" y "Moon Beams" Jazz instrumental del bueno, y más cercano, si cerca de vuestra ciudad oís un concierto de "Manel Camp Quartet" yo no lo pensaría dos veces.

No pasa desapercibido en el libro su relación con Elvira Lindo, se nota que en cada parte del libro que la nombra, sin nombrarla, existe una complicidad especial que es difícil describir, pero un buen ejemplo de la misma la podéis oír vosotros en esta entrevista que les realizó a ambos Julia Otero en Onda Cero (Enlace)su entrevista empieza en el minuto 70 del programa.

Cuando terminé de leer este libro me entraron ganas de (sé que es improbable, rozando lo imposible) dar un largo paseo por New York City junto con Antonio Muñoz Molina como guía, sintiendo la ciudad como la siente él. Quizás.........


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