19 de agosto de 2013

EL BALNEARIO de CARMEN MARTIN GAITE



El balneario es una obra compuesta por varios relatos, el primero de ellos, que es el que da nombre al libro es una novela corta (+- 60 páginas) y el resto relatos cortos con diferentes temáticas. Pero todos ellos con una idea principal, reflejar imágenes costumbristas de la sociedad de la época en la que fueron escritos.

Durante este año he leído varios libros de relatos cortos (es posible que me esté aficionando) y soy consciente de la dificultad que conlleva este género, en referencia al corto espacio, ya que apenas tienes tiempo de presentar tu escena, tus personajes, la acción… lo que dificulta en gran manera que el lector se adentre de manera adecuada en el mismo, para captar de forma rápida el argumento y comprender el contexto. Es una dificultad que obliga a los autores de este género a tener un estilo muy directo y más o menos claros en sus argumentos.

En este libro que nos ocupa, en mi opinión, Carmen Martín Gaite no lo consigue, ya que continuamente mientras leía sus relatos me sacaba del texto, despistándome y evitando que me adentrase en el argumento.

De la selección de textos incluidos en esta obra destacaría tres de ellos, el primero El balneario, en el que se ha podido ver un poco más desarrollado el estilo de la autora y dos textos cortos. El primero de ellos trata de una chica que busca trabajo como criada, para el que por supuesto le piden referencias de su anterior ocupación. Y el segundo a destacar, de los textos cortos, es el que se desarrolla en una peluquería  y que tiene como protagonista a una típica señora de su tiempo que tiene que lidiar con hijos, marido y personal de la casa.

El libro no me ha gustado y no lo volvería a leer, sin embargo esto no quita para que en un futuro lea alguna cosa más de Martín Gaite, ya que hace algún tiempo leí “Caperucita en Manhattan” y disfruté mucho con ella, libro que es imposible de comparar con la obra que nos ocupa, ya que si desconociésemos el autor de dichas obras difícilmente asignaría ambas a una misma persona. Son las dos caras de una misma pluma. Un claro ejemplo de la evolución de los autores, que pese a tener un estilo muy marcado, los tiempos, modas y experiencias hacen que los autores nos sorprendan continuamente.


1 comentario:

Anónimo dijo...

De verdad esque es una caca de vaca el libro yo me lo tengo que leer y empezado a leermelo y es una caca

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