El renombrado director de orquesta Helmut Wellauer aparece muerto,
envenenado con cianuro potásico, durante una representación de La Traviata en
el célebre teatro veneciano de La Fenice. Hasta el comisario Guido Brunetti,
acostumbrado a la laberíntica criminalidad de Venecia, se asombra de la
cantidad de enemigos que el músico ha dejado en su
camino a la cumbre. Pero, ¿cuántos tenían motivos suficientes para matarle?
Conocido y querido ya por miles de lectores, el comisario Brunetti, armado tan
sólo con su paciencia y sagacidad, resuelve en esta sugerente novela policiaca
su primer caso. Muerte en La Fenice fue galardonada en Japón con el prestigioso
Premio Suntory a la mejor novela de intriga y convirtió en poco tiempo a Donna
Leon en el gran boom de la novela policiaca en Europa. Un excelente comienzo.

Donna
Leon lleva publicadas 23 novelas de la saga del Comisario Brunetti, incluso
existe una serie de televisión basada en los libros, sin embargo el comisario
Brunetti no es el auténtico protagonista de sus historias, sin lugar a dudas el
protagonismo recae sobre la propia ciudad de Venecia, la cual con sus
características tan propias y especiales hacen de este entorno un lugar ideal
para dar un carácter único al argumento, el cual está completamente
condicionado por la fisionomía del lugar.
El
argumento es interesante y entretenido sin llegar a ser adictivo, por la
necesidad imperiosa de conocer la resolución del caso acontecido en la obra. En
el caso de “Muerte en La Fenice”, primera novela de la saga, aparece muerto un
conocidísimo director de orquesta, y dada la repercusión del caso es
encomendado al comisario Brunetti para ser resuelto en el menor tiempo posible.
El
mensaje que se transmite a través del libro y de su argumento es moralmente
cuestionable, ya que se enfrentan por un lado opiniones personales y el
desarrollo formal del trabajo de la policía. Un punto que daría mucho de sí en
una conversación en la que se enfrentarían escalas de valores y principios, de
la que difícilmente podría sacarse una conclusión final.
Un
dato curioso referente a la autora es que ella vive en la ciudad de Venecia, sin
embargo sus obras no han sido traducidas al italiano por su deseo expreso,
aspecto que da lugar a dos posibles razones, por su parte explica que se debe a
su intento de permanecer en el anonimato en su lugar de residencia, sin embargo
existe otra posible explicación y es que en el fondo a los lectores italianos
no les gusta su manera de tratar a la ciudad por mostrar un visión
absolutamente turística de Venecia y la
forma de tratar a la gentes del lugar. Personalmente creo que ambas puede que
cuenten parte de la auténtica razón.
Me
gustado, aunque no tanto como para leerme los 23 libros publicados de la saga,
sin embargo si que es posible que en un futuro
vuelva a internarme en algún caso del comisario Brunetti.
Venecia - Gran Canal |
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