En El talento de Mr. Ripley,
la más célebre novela de Patricia Highsmith,
aparece su más fascinante personaje: el inquietante y amoral Tom Ripley, figura
prototipica de un género que Patricia Highsmith ha inventado, que se sitúa
entre la novela policiaca y la novela negra, entre Graham Greene y Raymond
Chandler, donde el mas trepidante suspense se aúna a un vertiginoso análisis
psicológico. Mr. Greenleaf, un millonario americano, le pide a Tom Ripley que
intente convencer a su hijo Dickie que está viviendo una bohemia dorada en
Italia para que regrese al hogar. Tom acepta el encargo, y de paso pone tierra
por medio a posibles problemas policiales, y encuentra a Dickie y a su amiga
Marge, con quienes establece una turbia y compleja relación.

Resulta identificar esta obra con algún género novelesco, ya
que aunque comparte características con algunos de ellos, no encaja a la
perfección con ninguno de ellos, ya que el más cercano sería el género
policíaco, pero en esta ocasión el foco de interés no se centra en la
investigación policíaca sino en el delincuente, lo que cambia el concepto
tradicional.
La figura de Tom Ripley es el punto de gravedad de la
novela, sobre el que giran todos los personajes. A medida que avanza el relato
la visión del lector va cambiando, al ritmo de los acontecimientos, y
modificando el argumento del texto.
Esta es una novela que sorprende ya que el inicio de la
misma no presagia ni anticipa nada de lo que ocurrirá más adelante, y yo
tampoco voy a desvelar nada, pero personalmente nunca pensé que un inicio tan
interesante acabe como acaba. Sorpresa…. Sorpresa.
El no poder hablar de la parte fundamental (solo he anticipado
que existe un delito) limita el poder hablar más del argumento y lo que opino
sobre el protagonista, el cual da mucho que hablar. Creo que si sigue en esta
línea el resto de libros de la serie pueden ser muy interesantes e impactantes,
porque no se sabe por dónde va “a tirar” nuestro protagonista.
Esta es una novela entretenida, en la que según va avanzando
gana ritmo de forma casi exponencial y el interés en cómo se van sucediendo los
hechos y sobre todo en la forma que se resolverá. Patricia Highsmith nos
muestra aquí unas dosis de imaginación e inventiva sin igual, dignas de darles
una oportunidad.
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