En primer lugar decir que la lectura de este libro llevaba bastante tiempo en mi lista de lecturas, desde que salió, ya que tenía bastante curiosidad de cómo una persona experta como Elvira Lindo en narrativa juvenil cambiaba el chip para escribir una novela para adultos. En principio yo creí que este paso o cambio, no digo hacia donde, sería muy sencillo ya que considero que los lectores juveniles son mucho más “estrictos” con sus lecturas que muchos de los lectores adultos y esto podría ser un punto a favor de la autora, sin embargo considero después de leer esta obra que Elvira ha intentado ir más allá, realizando una obra que estoy seguro que para aquellos lectores de historias “fáciles”, creo yo, no va a ser una lectura amena o fácil. Esta obra para su disfrute requiere primero “adentrarse” en la obra y segundo empatizar con su protagonista en la medida de lo posible.
Me gustaría resaltar una frase que aparece en libro que es muy interesante y que aunque la obra está ambientada en los años ochenta es tan cierta ayer, hoy y mañana: “Que difícil era y es traicionar al grupo y qué fácil ser desleal con uno mismo”, Esta frase daría para escribir un ensayo completo sobre el yo, la pertenencia al grupo, el sentirse parte de algo, el desarrollo personal y de la personalidad…. Algo super-interesante pero que voy a dejar ahí la cita (Bravo Elvira!!!)
Al leer el libro me iban surgiendo varias preguntas en lo referente a tintes autobiográficos, ya que viendo la biografía de la autora y la trayectoria del personaje se me hace muy fácil encontrar bastantes “coincidencias”, si vuelvo a tener la oportunidad de la hablar con Elvira, intentaré que me despeje la duda.
Si tuviera que definir este libro en una sola palabra posiblemente escogiera “Hiper-realismo”, porque me ha parecido muy interesante la forma de abordar determinadas situaciones de la vida cotidiana y que al más pintado le resultaría muy familiar, por lo menos a un servidor al leer determinados pasajes me han venido a la mente experiencias personales que al ser tan cotidianas me pasaban completamente desapercibidas como para analizarlas detenidamente como ha realizado Elvira Lindo en el libro.
Una situación que hizo en mi mente una auténtico flashback fue cuando describe el viaje al pueblo; el viaje en sí, el encuentro con la familia, la vivencia de una muerte en el pueblo, el desarrollo de la vida en el mismo… este pasaje merece la pena leerlo y saborearlo a fondo.
Y para terminar con este comentario he de destacar dos figuras que son primordiales en el desarrollo del libro y de la protagonista del mismo, el niño y el padre, dos personas que influyen de manera drástica en la toma de decisiones de la protagonista y resultan básicos para el “final de la obra” ( hasta aquí puedo leer)
Conclusión: Como inicie el comentario una obra recomendable pero no para todos los públicos, ya que es una obra escasa de acción (entiéndase acción como guerras, enfrentamientos…) y rebosante de pequeños gestos y frases que configuran una obra más que interesante.
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