Esta novela de Markus Zusak (seudónimo de Branko Cincovic) se podría definir como una novela juvenil, por un
lado por la temática y el desarrollo de la trama, siendo esta historia
elaborada por tramos y concebida de manera circular y ascendente, que puede
resultar de cierta manera repetitivo; y por otro por los personajes, debido a
que es más fácil empatizar con personajes que compartan con nosotros ciertas
características, en este caso es muy importante la juventud de los
protagonistas.
La idea es original, tenemos un protagonista en torno a los
19 años, el cual por casualidades de la vida se convierte en un “héroe”, al que
de forma misteriosa alguien le pone una serie de “pruebas” a través de los ases
de una baraja de póker, las cuales se desarrollan de forma concéntrica,
cerrándose cada vez más el círculo hacia la figura de nuestro protagonista.
Una novela con cierto adoctrinamiento en lo que moralejas se
refiere, la obra está llena, plagadita, algunas más visibles que otras pero ahí
están, aderezadas con situaciones de lo más estrambóticas, pero con un fondo
muy dirigido.
La voz narrativa es
interesante ya que en ocasiones intenta interactuar con el lector, haciendo partícipe
a este de sus decisiones, lo cual en ocasiones descoloca e impresiona. Aunque
esta forma de escribir no es nada nuevo, pero encontrártelo sin esperarlo es
cuanto menos curioso… el autor consulta al lector, este es el siguiente paso en
el diálogo que se establece al leer un libro.
Las relaciones que el protagonista tiene con el resto de
personajes es lo que yo considero el punto fuerte de esta obra, ya que
observamos multiplicidad de ejemplos de diferentes tipologías relacionales, en
las que de alguna manera podemos “encasillar” las propias.
No es difícil recomendar este libro, ya que por su sencillez
es apta para todos los públicos (pero no esperen que colme sus expectativas a
los muy exigentes), sin embargo lo que es difícil es encuadrarla en algún
género, ya que se podría denominar costumbrista o realista por el escenario que
nos plantea... no obstante según avanza la lectura este realismo se traduce en
situaciones inverosímiles y altamente fantasiosas, pese a esto sigue siendo un
buen libro.
Ases |
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