He aquí la hilarante epopeya de Rose, una cocinera que nunca le ha
temido a nada y que ha sobrevivido a las barbaries del siglo XX (el genocidio
armenio, los horrores del nazismo y los delirios del maoísmo) sin perder el
humor, el deseo de sexo y el afán de venganza: los tres pilares de la felicidad
en su particular credo. A los ciento cinco años aún regenta su famoso
restaurante en Marsella, guarda una pistola en el bolso y no puede evitar los
pensamientos eróticos cuando se cruza con algún tipo interesante. Esta singular
cocinera, marcada por dos hombres y un siglo, se toma la justicia por su mano
matando a sus enemigos suavemente. Rose pertenece ya a esa galería de grandes
personajes literarios de los que no podemos separarnos.

En esta ocasión Giesbert ha
escogido un personaje al cual ha introducido por completo en dos grandes
conflictos del siglo, el conflicto armenio y la Segunda Guerra Mundial, dando a
Rose (la protagonista) unas experiencias vitales tremendas que la marcan de
forma indeleble, llevándola a moverse en busca de vengar los acontecimientos
pasados que acabaron con todo lo que ella apreciaba.
La idea es atrayente, y por eso
me decidí a leer el libro, ya que combinar hechos históricos retratados
verídicamente y ficción (sin intentar vender la ficción como real) lo considero
una mezcla muy interesante, ya que al autor le ofrece un marco sobre el que
trabajar pero con la libertad de incluir aspectos ficticios que otorguen a la
historia el cariz deseado. En lo referente al conflicto armenio aunque sabía de
su existencia he aprendido ciertos detalles que desconocía y que completan mi
visión de todo lo acontecido durante el siglo XX, considerado un siglo convulso
llegando a la cúspide del mismo durante la Segunda Guerra Mundial la cual se
trata de manera directa pero desde un prisma particular.
El estilo es sencillo, narrando
la historia de una forma lineal y con un vocabulario para nada rebuscado, lo
que da una lectura rápida y que sin ser decididamente adictiva se avanza de
forma constante a buen ritmo. La verdad es que la novela carece de giros que
desubiquen o sorprendan al lector, lo cual es una pena ya que el argumento da
pie a esta clase de figuras literarias que hacen que el lector se muestre
interesado y curioso sobre el futuro de los personajes.
Un aspecto clave de esta novela,
al menos para mí, es la inclusión como protagonista de la novela a Rose una
anciana de 105 años pero con una vitalidad envidiable. Esta clase de personajes
me resultan muy interesantes, ya que normalmente los completan con unas
experiencias vitales muy extremas que construyen un protagonista que da mucho juego
a la hora de plantear situaciones que dada la edad del personaje resultan simpáticas al lector al mismo tiempo
que lo enternece mirando con “buenos ojos” lo que hace aunque no se esté de
acuerdo o sea “ilegal”.
Sin dudar recomendaría la obra,
es entretenida, pero no pasa de eso, lo cual avisaría para que el futuro
lector/a no se haga ilusiones o esperanzas que es probable que no se cumplan.
El que avisa no es traidor, es avisador.
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